Una vez lo has pintado, puedes decorar el vestido a tu gusto.
Cuando lo tenga colocado todo en su sitio, os enseñaré el efecto. Son esos pequeños detalles que hacen de un espacio un lugar personal y agradable a la vista.
Ya veis que con un poquito puedes hacer cambios muy llamativos visualmente. En este caso no estamos restaurando nada, de hecho, el maniquí era bonito en azul, pero ahora va a lucir el tripe con su nuevo look.
Bye!
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Andrea y Raquel